jueves, 25 de octubre de 2012

Las 10 peores ideas del mundo


Tras escribir sobre las 10 mejores ideas del mundo que la humanidad había aportado a lo largo de la historia, me sentí maravillado por esa capacidad de crear ideas de tal utilidad y que habían servido para el progreso. Pero luego caí en que tal y cómo se podía componer una lista con ideas grandiosas, se podía hacer otra con ideas que estaría mejor que nunca hubiesen surgido.

No es por ser pesimista, pero en este progreso de la Historia también ha habido muchas concepciones creadas por el ser humano de las que hay que estar poco orgulloso. Así es, ha habido (y hay) discrimación, guerras, contaminación, crímenes... No todo ha sido esplendor y felicidad, y de hecho ha habido tantas sombras a lo largo de las civilizaciones que cabría preguntarse incluso qué lado ganaría si pesásemos en una balanza las buenas ideas frente a las malas. Y cabe preguntarse también qué sentido tienen muchas de ellas.

No recogeré todas, y estaré lejos de hacerlo. Me conformo con recoger la lista de...

Las 10 peores ideas del mundo

Armas: No creo que haya que explicarlo mucho. Lo que surgiera como una serie de instrumentos útiles para la caza se tornó mortal cuando se volvió contra sus creadores. Se han llevado millones de vidas por delante, aunque más culpa tienen las manos que las empuñaron.Y hemos invertido una pasmosa cantidad de tiempo y dinero en mejorarlas en eficiencia, es decir, que maten más seres humanos en menos tiempo. Hemos llegado a la pesadilla de las armas nucleares, y no sabremos si esto será el fin.
Einstein hizo una buena predicción al respecto: "No sé con qué se luchará en la tercera guerra mundial, pero sí se con qué se combatirá en la cuarta: piedras y palos"

El reparto desigual de comida: Cuando somos conscientes de que millones de personas mueren de hambre cuando tiramos a diario cantidades gigantescas de comida nos tenemos que dar cuenta de que algo no cuadra. Y no es que no haya comida para ellos, porque vemos que la hay. Es que no se distribuye bien porque hay intereses económicos que las priorizan en unos sitios sobre otros. Intereses, intereses que están detrás de tantas cosas, intereses que son directamente culpables de tantas muertes como todas las guerras juntas. Sería fácil arreglarlo, en la medida en la que consideremos fácil luchar contra estos gigantes del monopolio con los que convivimos cada día.

Abuso de autoridad: También muy extendida, la imposición de ideologías y leyes a la fuerza y a cualquier nivel ha tenido gravísimas consecuencias para la humanidad. Ejemplos hay muchísimos: desde una Iglesia o un Islamismo radical muy intolerantes contra las voces que se oponían a sus ideas hasta regímenes nazis y comunistas que han impuesto su mano dura sobre la población que los ha sufrido. El resultado son millones de muertes que no obedecen a ningún sentido, pues nada de aquello era la verdad absoluta. Lo que de verdad debe imperar es el derecho a la libertad y la vida de todos los individuos.

Fronteras: Este planeta no es un lugar uniforme, un vasto espacio de tierra que se extienda en toda su superficie. Al contrario, está dividido por ríos, montañas, océanos... a lo que llamamos fronteras naturales. Sin embargo, es apasionante el empeño del ser humano por derribar algunas de ellas, y ver como se construyen puentes para unir dos orillas separadas, o de mantener relaciones sea cual sea la distancia. Si tenemos tales capacidades de aunar territorios, ¿cómo podemos caer en la tentativa de instaurar barreras artificiales, trazadas con tiralíneas sobre cualquier lugar, con la única intención de marcar distinciones a uno y otro lado?
De ahí sobrevendrán el no mirar al otro lado del muro, el vivir con miedo y pagar por un ejército por si 'ellos' aparecen, el cobrarles a los del más allá más por lo mismo, el inevitable enfrentamiento militar...
¿Por qué separar si es tan fácil juntar?

Machismo: Algo también desolador: la mujer ha estado desplazada de los campos a los que accedía normalmente el hombre durante demasiado tiempo. A la mujer se le relegó al cuidado de los hijos y de la casa, y apenas se la dejaba participar en la sociedad. Gran error. Si se piensa un poco, debemos grandes ideas que han permitido el avance de la humanidad a las mujeres, como la ganadería o la costura. Y hasta los más machistas reconocerán que deben todo lo que son a su madre y a su mujer. El feminismo de los últimos cien años ha logrado grandes avances en muchos campos, pero no es así en todos los países. Y sin ir más lejos, los más avanzados aún cometemos graves errores: cobran menos dinero que ellos y la cultura machista no ha retrocedido mucho que digamos. Hay que seguir luchando por ellas.

Racismo: Estamos ante una idea relacionada en parte relacionada con las fronteras y cuya estructura es una discriminación e intolerancia contra aquellos que no tienen los mismos rasgos que uno. Basada en desafortunados prejuicios, ha sido otro motivo muy marcado de división y que incluso ha dado muy variados casos de esclavitud, cuando no de persecución y muerte. Lo peor, como el resto de ideas que aquí se exponen, es que tampoco nos libramos de ella. Algunos tienen un racismo muy exacerbado y hasta hacen de él ideologías totalitarias nauseabundas, pero son demasiados los que se impregnan de una cantidad menor y la manifiestan inconscientemente en el trato con otros, aunque no lo quieran reconocer. Como se suele decir: "todos queremos a un vecino rumano o africano, pero... ¿alguno querría que se casara con su hija?"

Esclavitud: No tiene nombre privar a un igual de sus derechos y desproveerle de parte o de toda su libertad. Es algo que va contra la propia esencia del ser humano, que debería diferenciarle del resto de animales porque es capaz de penetrar mucho más en sus iguales. Pero no. Históricamente, la esclavitud ha sido bien tolerada hasta hace relativamente poco, y hubo que luchar muy duramente por su abolición. Pero aún más triste es que estemos realmente lejos de conseguir su desaparición: millones de personas son todavía víctimas de la trata de esclavas, de trabajos de explotación, de la militarización infantil... Una de las ideas más crueles, sin duda alguna.

Especulación: Confundir valor con precio, y más cuando la carrera alcanza niveles estratosféricos, es un tremendo error. Esto no es una valoración que se me ocurra, sino que está constatado por la historia que siempre que se producen grandes especulaciones luego hay que pagarlas. Resulta increíble que nadie se pare además a pensar que si algunos se van a lucrar tanto otros se empobrecerán tanto o más, dado que los recursos no son ilimitados en este mundo. Tremendo horror y peores consecuencias, como lo podemos comprobar todos los días en la prensa, sin ir más lejos.


Banderas: Pregunto: ¿hay algo más estúpido que un tío agarrado a una bandera? Hoy en día se pueden encontrar por doquier, simbolizando países, clanes, ideologías, equipos de fútbol... Eso no está tan mal pensado y en cierta forma es positivamente estético. El problema es que se han extendido demasiado, y la mayoría de las veces se esgrimen para representar una creencia y para imponerla, para rechazar a las que no son como la de uno, para ponerla en el balcón y que tape la del vecino que va en mi contra...  En definitiva, para ver quien la tiene más grande. Las banderas se convierten así en un signo muy poco inteligente que realza más alto si cabe la división de las personas.

Nosotros: Que nosotros, los seres humanos, seamos lo peor que le ha pasado a la naturaleza tiene que hacernos pensar. Somos los seres más evolucionados, los superiores intelectualmente respecto al resto de la familia de seres vivos que pueblan la Tierra. Y les hemos tratado fatal. Les ahoga la contaminación que va en aumento y no les deja respirar, talamos países de árboles enteros, sufren por la desaparición de la capa de ozono y del efecto invernadero que hemos creado y catalizado, miles de especies se han extinguido por nuestra fama a cazarlas en vez de preocuparnos por cuidarlas... Y así podría seguir. Los humanos somos de las peores ideas del mundo porque hemos descuidado la atención que merecen el resto de seres con los que compartimos el mundo.

Cargado con una gran dosis de subjetividad. La verdad es que me he desanimado mucho escribiendo esto, y descubriendo tanta maldad, pero espero que lo hayáis encontrado interesante.

2 comentarios:

  1. Me he echado a reír cuando he llegado a lo de "nosotros". No sé si somos una mala idea, pero mala idea sí que tenemos.

    Entiendo que te hayas quedado con el ánimo por los suelos, el ejercicio de reflexionar sobre esta colección de ideas atroces tiene que ser extenuante. También es desolador leerlo.

    Mi rayito de esperanza, y fíjate qué tontería, viene de un tweet tuyo de hace un par de semanas. Era uno en el que hablabas de la previsión de Edward O. Wilson sobre el nuevo orden mundial dentro de 12 generaciones, en el que todos los países serán iguales.

    Ese tweet me ha dado mucho que pensar y quizás debería documentarme un poco más sobre el tema, pero es tan bonito quedarte con el pensamiento de que algún día todos los seres humanos tendremos las mismas oportunidades, que temo pararme a leer y comenzar a descubrir matices que tiren por los suelos esa pobre esperanza de que las cosas realmente puedan cambiar.

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    1. Lo de nosotros era la primera idea que se me había ocurrido, tenía que ponerla. Has dado una buena definición.

      Fíjate, lo que comentas de O. Wilson lo tuiteé mientras leía un libro de economía que no tenía mucho que ver, pero en ese momento hablaba sobre la globalización y sus efectos. Comentaba que dentro de 12 generaciones en todos los países, debido a las cada vez más frecuentes migraciones, habrá una composición racial semejante.

      Eso nos tiene que hacer pensar, como te hace pensar a ti, porque entonces los países tendrían que compartir todo o casi todo para satisfacer a sus poblaciones, quien sabe, quizás las barreras empezasen ahí a debilitarse. Yo también quiero documentarme sobre el tema y si tengo oportunidad de hacerlo comentaré aquí mis impresiones.

      Qué profundo Dahl, me ha gustado mucho tu apreciación.
      ¡Un saludo!

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