miércoles, 26 de septiembre de 2012

25-S: Una policía temeraria y de temer


Con la gran repercusión en los medios que ha tenido, todo el mundo ha podido enterarse no sólo del planteamiento sino de muchos jugosos detalles que han derivado de la manifestación "Rodea el Congreso" del 25-S, una manifestación convocada en principio de forma pacífica y democrática por parte de la ciudadanía para demostrar a los diputados el descontento social derivado de los recortes que destrozan vidas a diario y de un gobierno mentiroso que está en manos de unos mercados de los que ni quiere ni puede escaparse. 



La manifestación llevaba tiempo haciendo falta, era necesario juntar a un gran número de personas, como a los que acamparon en la Puerta del Sol hace ya más de un año, para provocar que el gobierno vuelva su cara hacia una ciudadanía con la que ve que pierde los nexos, de la que no sólo debe valer que voten cada 4 años. 
Sin duda, eso lo han visto. 
Sin embargo, las autoridades decidieron aliñar la fiesta con policía suficiente para parar un tren. Así es como este evento ha quedado tapado por algo mucho peor: un espectáculo de violencia desmedida.

No nos debe sorprender, ni mucho menos a la policía, que en toda manifestación que se convoca con buena intención haya algunos individuos aficionados a liarla y que no siguen el objetivo de la mayoría, pero ocurre. Es algo inevitable cuando el número de manifestantes es tan grande. También hay siempre algún porrazo más fuerte que otro, o incluso algún policía herido. Hasta ahí vale.

Lo que la policía debe justificar ahora son varios actos. El primero y más flagrante, es que los agentes, por orden superior, se tapen la identificación que deben portar para que, en caso de agresiones desmedidas, puedan ser denunciados. Esto no es la primera vez que pasa (remito a cómo se disolvió la manifestación del 15-M en Cataluña hará poco más de un año, con imágenes que nos enfríaron la sangre a todos. Y ellos sin identificar). Esto es un delito por parte de las autoridades competentes que debe ser explicado y subsanado de inmediato.

Otro hecho muy importante es que, en esta manifestación, la policía había delimitado un perímetro alrededor del Congreso para impedir el acceso al Congreso. Eso es lo que los organizadores de la manifestación estaban dispuestos a respetar. Hasta que se armó el revuelo y se formó un tinglado sin orden ni concierto. Un número pequeño de manifestantes (que por sorpresa, algunos de ellos resultarían ser más tarde policías infiltrados con capucha) empezó la revuelta al transgredir los límites. Pero aquí es donde la policía pierde la cabeza y decide pasar los límites establecidos anteriormente a la hora de buscar villanos. Todo se convierte en una revuelta violenta, con la prensa corriendo por su vida por en medio, con heridos injustificados y algunos de gravedad... Pero vamos a ver... había más de 1.300 agentes, contra según sus fuentes 6.000 manifestantes, una proporción muy equilibrada para este tipo de encuentros. Estos señores agentes, ¿no saben hacer bien su trabajo? Su trabajo debería ser disolver la manifestación si traspasa lo acordado, o detener a aquellos sujetos que se pongan violentos, que no serán muchos y hay policías de sobra para aplacarlos. 
Yo entiendo que la situación en el momento es difícil, ¿pero da derecho eso a ir contra todos en cuanto salta la mecha?

Y ahora viene el pecado mortal, cuando la naturaleza de la función policial se corrompe como el óxido. La policía deja de guardar la ley y parece que va a divertirse. Todos hemos visto esas imágenes de un camarero que ha resguardado a algunos manifestantes y ha impedido mediante duras palabras a los agentes entrar en su bar, donde aquello hubiera podido ser una masacre. Y hemos visto con otra cámara cómo la policía andaba armada y con ganas en el metro, donde no había nada que disolver. 
¿En un bar? ¿En el metro? ¿Se puede justificar esto? 


No quiero conjeturar demasiado, porque hay algo que se me revuelve por dentro, me molesta y no me deja razonar. Me miro por dentro y veo que algo ha cambiado. La conciencia la tengo en el sitio de siempre, pero ahora brilla menos de lo normal. 
Voy a apagar la luz, a ver si así la veo mejor. Me sentaré con ella a escucharme qué tiene que decirme.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Una tarde literaria por Dublín

Como ya van unas cuantas veces en las que hablo de Irlanda he acabado por crear una categoría específica. Y es que lo que ese viaje me aportó en experiencias aún me va a dar muchas oportunidades para escribir...

Para los que seáis grandes aficionados a la literatura, como es mi caso, os propongo un plan para disfrutar durante unas horas de lo que conlleva el placer de leer. Se trata de dos sitios de Dublín que están muy cerca entre sí: el Dublin Writers Museum y la librería Chapters.

Dublin Writers Musemhttp://www.writersmuseum.com/
Está situado en el número 18 de Parnell Square, en una casa de estilo georgiano más que adecuada para acoger una exposición como esta. La entrada puede parecer cara (entre 6 y 8 euros) para alguien que no aprecie realmente el museo, pero yo estuve encantado de pagarla. Antes de la visita es muy conveniente obtener una audio-guía gratuita disponible también en castellano para enterarse bien de cada una de las 23 secciones en las que se divide la visita, y que además contiene extractos de obras y anécdotas de los autores.

Qué decir de la prolífica y admirable literatura irlandesa… Aunque uno no sea experto en el tema, es fácil que varios autores os suenen. Hablamos de James Joyce, Jonathan Swift, Oscar Wilde o Bernard Shaw. Pero incluso yo me llevé alguna sorpresa porque no sabía que el autor de Drácula, Bram Stoker, también era irlandés. A lo largo de dos salas de la planta principal, la exposición está estructurada de forma cronológica, desde los primeros retazos de letras en Irlanda como puede ser el Book of Kells  (que no está en este museo sino en el Trinity College) o los primeros cuentos; hasta la época más actual. A cada nueva pincelada de literatura hay un panel informativo y un mostrador con incunables, cartas u objetos de la vida cotidiana de los autores a los que se hace referencia. En la sala de arriba, a la cual se accede a través de una escalinata presidida por una preciosa vidriera, hay una sala biblioteca y una gran sala de reuniones donde a veces se dan ponencias, bellamente adornadas. En este momento es cuando más hincapié se hace sobre la historia y la decoración del edificio.


La visita oficial acaba aquí, pero si tienes tiempo puedes pasarte por la tienda y por la cafetería. Más aun, hay un patio interior con mesitas en medio de un jardín con bancos de piedra que es ideal para descansar durante unos minutos. Pero… ¡Date prisa, el museo cierra a las 5 pm!


Chapters Bookstorehttp://chapters.ie/
Increíble, pero en mi caso tuve que prometerme que no entraría más de dos veces o podía decir adiós a mi vida social. Chapters, ubicada en Parnell Street, es la librería más grande de Irlanda. Y con razón. Nada más entrar, llama la atención el precio de muchos de los libros, expuestos con pegatinas en la portada, y que es llamativamente más barato de lo que ese mismo libro cuesta en otra librería. Y nos encontramos ante una planta baja enorme como no puedo describir (quizás más grande que dos bazares orientales) lleno de libros por doquier, en estanterías, en cestas, en mostradores… Es fácil perderse entre la gran cantidad de estantes, bien sea por poca orientación o por puro deleite de entregarse a curiosear como si no hubiera un mañana. La sensación que experimenta un lector empedernido como yo es la de olvidarse de todo mientras los ojos no son capaces ni siquiera de parpadear al recorrer los volúmenes.

Pero cuando uno ya estaba desbordado entre tanto libro y tantas ofertas a discreción, de repente descubre que… ¡hay otra planta arriba! Y sí, es igual de gigantesca. ¿Pero cómo es posible, si parece que en la planta de abajo estaba la totalidad de las temáticas? Pues resulta que la planta superior tiene exactamente la misma estructura y clasificación que la inferior, pero es que arriba están los libros de segunda mano. ¡Y ahora muchísimo más baratos de lo que estaban ya antes! Para volverse loco, de verdad.



Espero que si andáis por Dublín, y por otro lado, os encanta la literatura y queréis daros a ella durante una tarde, encontréis en esta entrada un buen consejo. ¡No me culpéis si os causa adicción!

lunes, 17 de septiembre de 2012

Toma y daca: se sienta Rubalcaba.

Como ya le tocara el lunes de la semana pasada a Rajoy, esta noche ha sido el líder de la oposición Alfredo Pérez Rubalcaba el que se sentaba ante la misma situación. Otra vez, de nuevo, con las mismas caras de la prensa, incluso con algunas de las preguntas a las que se enfrentó Rajoy. (Si no tuvisteis ocasión de leerlo en su día, aquí os pongo mi anterior entrada sobre la entrevista de TVE al presidente del Gobierno: http://laleydelaveleta.blogspot.com.es/2012/09/la-entrevista-rajoy-una-broma.html )

El debate se ha abierto con la pregunta acerca de la conveniencia del rescate a España. Al menos aquí el entrevistado no ha contestado con un "Eeeeeeehhh...." para después evadirse, sino que ha plantado cara y ha dicho que a él no le parece un buen gesto por lo que implica para los ciudadanos. 
Bien, ha empezado bien. Y de hecho ha estado más a la altura que Rajoy. 

Rubalcaba, durante una entrevista en TVE. EFE

A favor de él hay que decir que sabe envolverse en el discurso periodístico de los oponentes y sabe capear la tormenta. Además, Rubalcaba demuestra tener un arma más positiva que la de Rajoy: es que es mucho más consciente de la realidad que hay en la calle, y sino comparad ambas entrevistas. Pero hay puntos malos. A pesar de unos periodistas increíblemente más resueltos que los que preguntaron a Rajoy, que incluso han incidido cuando Rubalcaba se iba de alguna respuesta (queda por ver si es por puro afán de la editorial de cada uno o por mandato de la cadena, o por ambas), el espacio ha quedado cubierto por algún que otro revés de tenista, véase momento Carme Chacón. Y quizás de alguna idea que se puede explicar con muchas menos palabras.

foton
¿Tiene Rubalcaba claves para salir de la crisis? Al menos, tiene mejor actitud y sensatez, y mejores dotes de comunicación que su enemigo. Aporta soluciones, o al menos andamios de las mismas. Pero no le falta algo de la bella retórica que yo comentaba acerca de Rajoy, un discurso vacuo que acaba por plantear un espejismo al espectador y que hace difícil discernir la capacidad de este político para lidiar con los mismos problemas. Yo, no sé que decir, la niebla no me ha dejado verlo...

Lo más importante: ¿Por qué la entrevista a Rubalcaba?

Más que en el aspecto político, me gustaría centrarme en el del espectáculo, el que se entrega a las masas. Es grave lo que esto ha representado. Esto, como ya todos sabemos, no es porque interese lo que opine el secretario general del PSOE. Es por aquello de intentar preservar la igualdad, o al menos eso piensan los nuevos titiriteros de RTVE: "si hacemos un teatrillo con Rajoy, tengamos a la gente contenta repitiéndolo con la oposición". 

Sí, se ha notado en las formas. Pero ojalá se hubiera notado en una pluralidad que no existe, en el triste hecho de que a los que mandan les parece un país de blanco y negro, de cara o cruz. Hay otras opciones, otros puntos de vista no tan votados, pero a una televisión pública que es de todos y para todos no le interesa entrevistarlas. Sólo había que hacer esto para cerrar el club del drama. 

¡Ah!, y para calentar las elecciones que están al caer. 

sábado, 15 de septiembre de 2012

El abuelo que saltó por la ventana y se largó


Esta tarde he acabado un libro que hacía tiempo que desde mi cumpleaños tenía en mi mesilla pero hasta la semana pasada no empecé a leer. Y sinceramente, me ha gustado tanto que no entiendo como no lo comencé antes. Aprovecharé para hacer una pequeña reseña y deciros que os recomiendo su lectura si no tenéis nada mejor que hacer (incluso si tenéis algo mejor, también).

El abuelo que saltó por la ventana y se largó
Jonas Jonasson
2012, Narrativa Salamanca

Creo comprender bastante bien por qué este libro ha gozado de tanta popularidad en las listas de más vendidos de ficción de las últimas semanas, siendo un éxito desde antes de que comenzase el verano. Me atrevo a aventurar que es por su capacidad de contar una historia sin grandes pretensiones, muy cercana y tremendamente divertida. Y lo mejor es que, a medida que avanzas, más te atrapa.

Tal y como indica el título, el día que Allan Karlsson cumple cien años decide escaparse por la ventana de la residencia de ancianos y emprender una evasión en la que se meterá en líos importantes con bandas organizadas y policías, conocerá un puñado de amigos y animales extravagantes y se prepara para el que podría ser el gran viaje de su vida... eso fuera así si por otro lado no nos enterásemos que el mismo Allan Karlsson, de joven, recorrió más de medio mundo y conoció a personajes tan singulares como Franco, Churchill o Mao en una buena colección de situaciones surrealistas pero que encajan muy bien entre ellas.

Así, el libro entrelaza la búsqueda del fugado Allan centenario con las venturas de ese mismo joven artificiero sueco que emprendió una aventura a principios del siglo XX. A la hora de narrar la historia del último siglo, resulta ser un libro bien documentado pero tampoco excesivo, debido al carácter hilarante de cada una de las páginas. El estilo en que está escrito no se hace para nada pesado, es sencillo identificar en todo momento a cada uno de los nuevos personajes y lo absurdo de muchas situaciones se presenta y se resuelve sencillamente genial.

Coincido con gran parte de la crítica en el sentido de que con Allan Karlsson es posible que hayamos un nuevo héroe de nuestro tiempo, un hombre práctico y resuelto al que no le hace falta meterse en política y que le sobra bastante sentido del humor. El autor, Jonas Jonasson, ha sabido crear en esta novela un completo surtido de situaciones donde su personaje destila encanto por todas sus vertientes. Una tarea que es cada día más difícil, la de destacar en un mundo masificado de historias, merece en este caso que reconozca a Jonasson que ha hecho una labor soberbia.    

Recomendado a todos si os queréis reír lo que no podéis imaginar y de paso aprender o repasar algo de nuestra historia reciente. En definitiva, yo soy otro de los cautivados por este libro, otro de los que saltaría por la ventana y se largaría.


martes, 11 de septiembre de 2012

Comer en Dublín


Me parece interesante escribir sobre cómo y qué se come en Irlanda, para disipar algunas teorías preconcebidas que tengamos al respecto e intentar convenceros de que quizás no es una dieta tan mala como pensamos. Para ello me basaré en una referencia cercana, ya que en mi estancia de este verano en Dublín conviví con una mujer que cocinaba para morirse de placer, lo cual creo que consiste en el ejemplo más positivo que puedo dar a favor de la cocina irlandesa. Quizás haya considerables variaciones entre la capital y otras zonas, tal y como ocurre en España, pero eso queda fuera de mí constatarlo. También es cierto que los precios tan altos cambian mucho el panorama gastronómico (siempre quedará la opción de resistencia: ¡comprar en el Lidl!).


Hay una serie de diferencias respecto a nuestra dieta tomando Dublín como referencia. La más llamativa es que el pan no suele aparecer como un imprescindible en la mesa, y es más común verlo como rebanadas de pan blanco que como barra de pan. En su lugar, dos elementos habituales son la mantequilla y la patata cocida. Es común que haya un remanente de patatas cocidas que se pueda sacar en otro momento si no han sido utilizadas (a mí esta idea no me hace mucha gracia: yo me comía una sola de estas patatas y ya estaba lleno).

Otra cosa que se echa de menos, (o al menos yo lo sentí así) es el pescado. Resulta muy curioso como en Dublín, una ciudad que tiene una hermosa bahía a la desembocadura del río Liffey, no hay un gran entusiasmo en torno a la pescadería; mientras que todos conocemos zonas que, por muy lejos que estén de ríos o mares, las familias se abastecen bien de pescado. De cualquier forma, los platos de pescado no son comunes, tampoco hay una gran variedad de especies y me dio la impresión de que no lo saben cocinar muy bien; ya que las veces que lo probé (sólo una merluza y un salmón) estaban tremendamente insulsos.

Por tanto, ¿que nos queda? Pues verdura y carne, toda la que usted quiera. La verdura muchas veces es congelada, aunque eso depende de la inversión que quieras hacer en la compra; pero generalmente, comas donde comas, suele ser de carácter muy variado, aunque simplemente sea de guarnición. Algo parecido ocurre con la carne, donde es verdad que puedes encontrar cosas muy sabrosas, como los guisos de ternera que son típicos de la región. También son muy frecuentes las sopas como primero, muy densas al estar repletas de fragmentos de hortalizas, carne o pescado; así como los purés.
Y los postres, toda la fruta, lácteos y cosas de alto contenido azucarado que puedas imaginar.

También convendría comentar la organización de las comidas:
  • Desayuno: aquí estamos ante el típico desayuno inglés que todos hem  os visto en los hoteles. Té o café es la decisión a tomar antes de encontrarse con zumo, cereales, bacon, huevo escalfado o frito, tomate, salchichas… Bueno, ya sabéis. Como opinión personal a mí me encanta esta forma de desayunar porque pienso que es muy sabroso para empezar el día, que aporta mucha energía para toda la mañana (y más teniendo en cuenta que en Dublín se suele trabajar de 9 a 17 h y el rato del almuerzo es justito) aunque, también hay que decirlo, no puede ser muy sano hacerlo todos los días.
  • Almuerzo: es la parte más oscura para mí, que solía almorzar fuera de casa. Aunque por lo que tengo entendido, los irlandeses prefieren comer poco a esta hora (influido por el horario laboral que he comentado antes) y muchos eligen un sándwich completo con piezas de fruta para postre. Suelen tomarse un té/café con pasta y galletas cuando salen de trabajar.
  • Cena: normalmente aquí se cena en más cantidad, aunque para nosotros esto sería la fusión de una merienda y una cena porque suele ocurrir a eso de las 6-7 de la tarde. A mí esta idea me vuelve a parecer genial, porque las horas siguientes las puedes aprovechar para irte a dar una vuelta, al pub o disfrutar plenamente de tu familia.
  • Aunque… yo pensaba que cenando a esa hora se acostarían bastante pronto. Cuando vi que no era necesariamente así, no pude evitar preguntarme ¿pero no les entra el hambre hasta las 11-12 que se acuestan? Bueno, a veces sí. Y lo que hacen es recurrir de nuevo al truco del café/té con pastas y galletas.
En resumen: un punto positivo para unos horarios de comidas muy adaptados a la vida laboral, que permiten aprovechar el resto del día. En cuanto a la variedad de la comida, está más limitada que la nuestra, pero me parece muy importante la gran cantidad de verduras y hortalizas que incorporan a la dieta y que indudablemente me hace considerar que comen más sano de lo que parece.

lunes, 10 de septiembre de 2012

La entrevista a Rajoy: ¿una broma periodística?


Estoy bastante impresionado porque ha acabado la entrevista a Rajoy en TVE y me he quedado igual. Así que si no la habéis visto, que sepáis que no os habéis perdido nada.

Mariano Rajoy, durante la entrevista en La 1 con María Casado y los periodistas Anabel Díez, Victoria Prego, Ignacio Camacho, Carmen del Riego y Pilar Gómez, esta noche en los estudios Buñuel de TVE.-

Ha sido una entrevista muy corta, casi fugaz (quizás más fugaz por las reiterantes respuestas de Rajoy) en la que cinco periodistas de distintos diarios nacionales le preguntaban sobre diversos temas, entre ellos, como era de esperar, mucha economía y mucha UE. Rajoy estaba bastante tranquilo, como es habitual, pese a que es difícil estarlo con todo lo que le viene encima todos los días. Como también es habitual en él, el presidente no ha querido contestar a cuestiones claves como qué va a pasar con el rescate o cuales son las líneas rojas sobre los recortes, pero esto ya nos lo esperábamos. En cambio, nos ha sorprendido con explicaciones económicas que uno le contaría a su niño de seis años y con rodeos que de nuevo ponen en claro que la retórica política es una de las más bellas e inútiles artes de la oratoria que existen.


Lo que también me ha sorprendido mucho es que estos cinco periodistas no sé si merecen ser llamados tales, porque ante las evidentes evasivas del presidente frente a algunas preguntas en las cuales improvisaba como respuesta un guion que se había estudiado concienzudamente, ninguno de estos profesionales de la comunicación ha tenido ¿el valor? de re-preguntar, que es lo que hacemos todos cuando alguien nos contesta con lo que le conviene en vez de lo que nos interesa. A mí este hecho me deja consternado, pues la entrevista realmente pudiera haber servido para contestar alguna de las preguntas que los ciudadanos tanto interés tenemos en saber y se ha quedado en nada, no quiero meterme si es por negligencia, por poca profesionalidad o por exigencia del guion.

Para finalizar, sólo voy a decir los siguiente: para dar esta pantomima, mejor nos lo ahorramos, que no estamos para tirar el dinero.

viernes, 7 de septiembre de 2012

¿Qué culpa tiene la concejala del vídeo erótico?



Es difícil no haber oído acerca de la polémica del vídeo erótico de la concejala de Los Yébenes. El triste inicio de la historia es que un vídeo íntimo grabado por un móvil, protagonizado por Olvido Hormigos y dirigido a su marido fue difundido a Internet desde la alcaldía del pueblo, a la que ella misma acusa. El asunto sigue actualmente bajo investigación.

El caso llegó a alcanzar una dimensión muy exagerada durante estos días, tanto que la pobre mujer se planteó en dimitir. Afortunadamente no lo hizo, quizás porque para su sorpresa recibió una gran cantidad de apoyo inesperado, apoyo que no está en relación con su persona ni su color político, y que le animaron a salir en defensa de su intimidad.

Sin embargo, anoche, en un pleno del ayuntamiento de Los Yébenes, Olvido se encontró con un gran taponamiento a la entrada del edificio, compuesto de prensa y una cantidad impresionante de vecinos del pueblo que le lanzaron todo tipo de insultos e improperios, entre ellos cosas tales como “guarra” y “sinvergüenza”. Ahora mismo, la mujer protagonista no puede salir de su casa porque la reacción de sus vecinos ha sido desmedida e inexplicable y confiesa estar destrozada por este hecho.


No tenía pensado escribir acerca de esto, pero me ha impactado lo bastante como para ponerme a teclear. ¿Qué culpa tiene esta mujer? ¿Acaso se ha atrevido a hacer algo ofensivo a escondidas, algo que a nadie se le ha ocurrido jamás como es grabar un vídeo íntimo para su pareja? No pasarán cosas peores en este país por las que muchos políticos deberían haber dimitido hace tiempo y no lo han hecho. Y lo que es más grave… ¿acaso merece ella el castigo de un pueblo que no tiene derecho a meterse a opinar de la vida privada de nadie?

Estamos ante un caso de exposición al público de la vida privada de una persona, que es un delito bastante grave e incluso puede ser penado con cárcel. Creo que el verdadero "guarro" de todo este caso es quien se haya atrevido a difundir ese vídeo a sus amigos y luego a toda la comunidad de Internet y no una mujer que no deja de hacer lo mismo que otros tantos millones de personas todos los días. Mujer con marido e hijos que ahora no saben donde meterse en un pueblo de 7.000 habitantes, pueblo que parece que deben ser todos unos vírgenes mártires que han resucitado un puritanismo y un espíritu inquisitorio que se nos hace difícil de creer a estas alturas.

A mí me da la impresión de que en este país nos hemos hecho demasiado aficionados a ir en masa enfurecida a donde parece que hay revuelo, a meternos donde no nos llaman y creernos con autoridad a faltar a la gente alegremente y a grito en coro. Y todo ello antes de pensarnos dos veces bien las cosas, sin saber si llevamos razón o el daño que podemos ocasionar. Yo me solidarizo con Olvido Hormigos, porque esto no hay quien lo entienda. Pero no llores por eso, mujer. No llores por cosas que no tienen sentido.


jueves, 6 de septiembre de 2012

¿No hay más oportunidades para la ESO?


Siento una especial antipatía (por no decir otra cosa) hacia el señor José Ignacio Wert, actual ministro de Educación, Cultura y Deporte. Por todo lo que está haciendo y lo que tiene pretendido hacer con la educación pública que tanto se esfuerza por educar a este país. La lista de pretensiones es tan larga que tendría que dedicar una entrada entera. Pero hoy me voy a centrar en una medida que se le ha ocurrido a él y a su ministerio, y que es realmente catastrófica a mis ojos.

Resulta que la nueva propuesta es impedir que los alumnos puedan obtener el título de la ESO a partir del Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI). Todos hemos oído de la PCPI aunque no la hayamos hecho: se trata de aquellos cursos de preparación paralelos a la educación reglada que permiten a los chavales que han dejado la ESO por múltiples motivos volver al sistema educativo.

La PCPI ha cambiado mucho en su concepción a lo largo de las últimas reformas, pero con la última es como mejor había quedado. Recoge a los alumnos mayores de 15 años que aún no se sacaron el título de ESO. Es una formación multidisciplinar, enfocada al mercado laboral mediante un perfil técnico obligatorio pero que también permite profundizar en los conocimientos de la ESO que se dejaron de lado si se cursan módulos académicos opcionales. Así, cursándola ahora, los chicos pueden obtener si la superan una certificación de las competencias desarrolladas, y también:

A) Una Cualificación Profesional de Nivel 1.
B) Posibilita la obtención del Título de Graduado en ESO, con lo que permite el acceso directo a la Formación Profesional de Grado Medio o al Bachillerato.

Pues bien, la actual propuesta es eliminar el punto B.

¿¿Cómo??

Pues como lo lees. Si esta propuesta sale adelante, los chicos harán el programa de la PCPI pero sólo obtendrán una Cualificación Profesional de Nivel 1. No podrán completar la ESO, lo cual era el sentido más importante de este recorrido. Si quieren ir a la FP de grado medio, tendrán que hacer la prueba de acceso.
Es normal que muchas familias hayan puesto el grito en el cielo al percibir esta propuesta. Los adolescentes, y todos los que hemos pasado por esa etapa lo sabemos, se encuentran ante una edad difícil rodeada de no pocos baches. Cambia su concepción acerca de la percepción del mundo, de la responsabilidad. Las compañías y los romances te hacen pensar y descubrir más de la vida adulta. Algunos lo ven todo de otra forma, ven que estudiar es un rollo y que no pueden con ello, y que podrían estar ya ganando dinero de una vez. Las disputas familiares crecen y no ayudan a los adolescentes.

Algunos dejan los estudios y se buscan un trabajillo. Al principio suele estar bien, los jefes son un poco duros y las jornadas son largas, pero les pagan. Se puede tener suerte y encontrar el trabajo de tu vida y adquirir experiencia. Pero no son pocos los que lo pasan mal, se arrepienten y deciden que la ESO no era para tanto, y que por un poco más se podrían haber cualificado para un puesto mejor. La PCPI se muestra entonces como una opción muy a tener en cuenta. Como dato, en el curso 2011-2012, 82.939 alumnos se apuntaron a la PCPI (El País, martes 4 de septiembre de 2012). Antes podían volver sin ningún problema a lo que abandonaron, este programa PCPI es una maravilla. Ahora puede no serlo en absoluto.

A menos que la propuesta se modifique, esto es lo que ocurrirá. Según el ministerio: “la PCPI ya no tendrá como objetivo sacarse la ESO, sino preparar al alumno hacia el mercado laboral con un mínimo de cualificación profesional”. La PCPI perderá así su mayor atractivo y sólo servirá para sacarse la Cualificación Profesional Nivel 1 (que todo hay que decirlo, ¿realmente supone mucha diferencia a no tener cualificación alguna? Ni siquiera es una FP de grado medio). Esos alumnos que en día dijeron hasta luego a la ESO habrán dicho en realidad adiós, estarán expulsados del sistema educativo.

¿Por qué destrozar aún más la vida de adolescentes y sus familias? ¿Por qué negarles a reengancharse más tarde para poder obtener la ESO y cualificaciones superiores? Todo el mundo puede tener un accidente o cometer un error en una época turbulenta de su vida como lo es la adolescencia. ¿Eso no merece una segunda oportunidad? Nadie que lo haya vivido de cerca lo dudaría. Ni tampoco los que lo entendemos.

El ministerio de Educación, como con cada medida suya que enciende el debate, ha dicho que es un borrador y que aún puede cambiar mucho la idea. Esperemos que cambie (o que no cambie el modelo actual, mejor dicho). Lo principal que yo les digo desde aquí es que no olviden que ustedes son del ministerio de Educación.