sábado, 4 de julio de 2015

El caballero de Olmedo (el de Lope no, el otro)


El teatro Lara proyectó durante meses esta obra de llamativo título en su sala principal, a la que pude acudir gracias a la invitación que obtuvo una amiga. No he leído ni he visto la obra original a la que se hace referencia, pero sí tanto como para entender la enorme parodia en la que se basa este espectáculo. 

Todo empieza cuando un caballero tan peculiar como su escudero se encuentran cabalgando por el bosque a una bella damisela a la que hay que seducir, como en cualquier obra clásica que se precie. Sin embargo, habrá que negociar con su padre y con una especie de primo repelente con el que parecía a punto de acordarse un matrimonio.

Estos son los cinco personajes que aparecen en la obra, un conjunto de situaciones a la cual más absurda donde tranquilamente se puede decir que se han reído de todo lo que han querido.  Siguiendo de una forma bastante libre la obra de Lope de Vega, los personajes incorporan versos reales y otros modificados, llegando a parodiar el estilo varias veces. Conscientes de la obra que encarnan, salen y entran de ella con mucha naturalidad. Incorporan elementos verbales y atrezzo de plena actualidad, y hay momento para alguna que otra canción y baile. Se acompaña con un muy buen uso de la luz. La duración de la obra, quizás el único punto flojo, pues llega un momento que es algo repetitiva. 

Hay que elogiar el tremendo papel de los actores, especialmente de sus papeles cómicos tan bien representados e hilados entre sí. Es una apuesta que sorprende por su valor transgresor de lo clásico.

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